Vanguardias

Vanguardia es un término que tiene dos ámbitos: el militar y el relacionado con el mundo del arte.

Desde un punto de vista militar, la vanguardia es el grupo de un ejército que se encuentra más próximo a las líneas enemigas y, por lo tanto, son los soldados que encabezan una fuerza militar. En contraposición, están los soldados ubicados en la retaguardia.

Desde el punto de vista artístico, vanguardia es una palabra que viene del francés ( avant-garde ). En las primeras décadas del siglo XX surgieron una serie de movimientos artísticos rupturistas en todas las artes ( la pintura, la literatura y la arquitectura principalmente ). Estas corrientes recibieron la denominación de vanguardismos. Surgieron en un contexto social nuevo, en el que el artista siente la necesidad de crear nuevos caminos y nuevas formas de expresión. El creador tiene el impulso de romper con el pasado y apostar por estilos innovadores. La lista de movimientos vanguardistas es extensa: dadaísmo, futurismo, cubismo, surrealismo o ultraísmo.

El ideal de libertad es común a todas estas corrientes, ya que el artista siente el deber de explorar nuevos rumbos a través de la imaginación y la creatividad. El arte desde un punto de vista tradicional ya no interesa a los vanguardistas, quienes ponen en marcha modelos y propuestas desvinculados del pasado. Un buen ejemplo es el manifiesto de los artistas del futurismo, que propugnaban la exaltación de las máquinas, el movimiento, el riesgo y la velocidad. Al mismo tiempo, este movimiento despreciaba la tendencia clásica ( las academias, las bibliotecas o cualquiera expresión que recordara al pasado ).

El inconformismo es otro de los rasgos comunes en las vanguardias. El arte no tiene que estar sujeto a unas reglas determinadas y, por lo tanto, hay que experimentar con los elementos de cada arte, creando fórmulas nuevas en cualquier manifestación. La poesía sin métrica y sin puntuación es otro ejemplo del espíritu de la vanguardia.

El vanguardismo fue algo más que una serie de movimientos artísticos. De hecho, representó la incorporación de una idea, la vanguardia, que sigue inspirando a los artistas. De alguna manera, el concepto de vanguardia expresa el deseo de crear algo distinto a lo que ya existe y es un término que se emplea en la moda, la escultura, el cine y, en general, en cualquier manifestación del arte.

Algunos ejemplos de estos movimientos son: 
el dadaísmo, que hace hincapié en lo poco razonable, en la rebeldía y en lo destructivo; 
el surrealismo, que se sustenta en los postulados de Freud acerca del inconsciente pretendiendo reflejarlo en la obra; 
el futurismo, que se inspiraba en adelantos técnicos; el ultraísmo, que favoreció el verso libre y la elaboración de la metáfora; 
el cubismo, que representaba la realidad a través de formas geométricas; 
el expresionismo, que hace hincapié en las experiencias interiores; 
y el fauvismo, que pretendía expresar sentimientos mediante colores.
 

Vanguardias hispanoamericanas

 

El vanguardismo latinoamericano corresponde al período de vanguardismo literario vivido en América Latina entre fines del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, como respuesta artística a un período de importantes cambios sociales, enmarcados por eventos como la Primera Guerra Mundial (1914–1918), la Guerra Civil Española (1936–1939) y laSegunda Guerra Mundial (1939-1945). Se desarrolló fuertemente sobre todo a comienzos del siglo XX.

Este período también es considerado como el posmodernismo hispanoamericano, debido a que surgió como respuesta al modernismo hasta entonces imperante.1 A este período artístico pertenecen diversas corrientes poéticas, entre las que destacan el simplismo del peruano Alberto Hidalgo, el creacionismo del chileno Vicente Huidobro, el estridentismo del mexicano Manuel Maples Arce, el ultraísmo del argentino Jorge Luis Borges, y el nadaísmo del colombiano Gonzalo Arango.

Algunos referentes literarios de esta época son los poetas César VallejoVicente HuidobroOliverio GirondoOswald de AndradeMário de Andrade, y las primeras etapas de Jorge Luis Borges y de Pablo Neruda.1

Además de los referentes más importantes, existen muchos otros autores que pueden considerarse vanguardistas. Un caso ejemplar es el de Omar Cáceres, cuyo único poemario, Defensa del ídolo (1934), es considerada un caso de vanguardismo paradigmático.1


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